Los mastines de Juan. Aquí estamos, en tierra de campos

Este es Juan, un veterano pastor castellano de la provincia de Zamora a la orilla de la sierra de la culebra. 

El hombre se la pasa todo el día con el ganado en el campo vigilando que no se meta en las tierras que no debe. Por aquí el lobo acecha. Juan cuando marcha deja a sus ovejas a la noche en el campo encerradas en las cancillas y al cuidado de ellas se quedan los fieles y sufridos mastines. Vamos a ver como son estos y a ver que podemos aprender de estas personas que se han criado entre ellos. No sé, pero ¿Hay quien piense que estas personas igual no saben bien lo que es un mastin? 

Esta es una vista mas amplia de la zona por donde se mueven pastor, ganado y perros (en circulos rojos). Para evitar sustos y peligros en una zona tan abierta y extensa es necesario contar con un buen numero de mastines que, situados cada uno en la zona que mas cómoda les resulta para trabajar dan seguridad y tranquilidad a pastor y ganado.

Este mastin blanco recuerda mucho a la perra de los mastines de Agustin. 

Con los calores propios de la época y en la zona donde se encuentran, sin ninguna sombra donde cobijarse, es impresionante la capacidad de adaptación al entorno de estos mastines. Me gusta fijarme en cada detalle físico y temperamental que les facilita esta adaptación. Siempre digo que la proporcionalidad y la naturalidad de cada parte del cuerpo es muy importante en cada perro para facilitarles el trabajo. Tanto en el monte, como hemos visto en otras entradas, como en este caso en el campo con el calor y un terreno difícil por los surcos del arado; un peso demasiado alto, unas patas demasiado cortas, unos labios demasiado colgantes, la carga de una piel demasiado colgante e incluso formando pliegues no creo que sean de mucho beneficio. Este ejemplar de mastín como vemos parece que tiene esa proporción y ese aspecto normal, esa naturalidad. No parece tener ninguna característica rara de las que he dicho que pueda perjudicarle en su trabajo. Los labios al no ser demasiado colgantes dejan ventilar mejor al permitir la entrada de aire también por los laterales de la boca como se ve en la foto, las patas al no ser cortas le permiten desplazarse mejor entre los surcos de la tierra; con el peso justo no se hundirá tanto al pisar y le costara menos correr o desenvolverse en ese terreno ademas de que le hará llevar mejor el sofocante calor, sin pliegues innecesarios en la piel evitara posibles problemas en el ella con el polvo y la humedad... Esto yo creo que es lo que marca al mastín de campo o lineas de trabajo, la austeridad de sus formas, la coherencia, la proporcionalidad y la naturalidad. Esto es quizá lo que tanto nos atrae de estos mastines, precisamente porque cada vez es mas difícil encontrar esta imagen en la cinofilia moderna, interesada en mostrar otros aspectos mas llamativos desvirtuando así esta raza.     

Es una pena ver como algunos ganaderos dejan las lineas de mastines que han tenido siempre deslumbrados por la imagen chocante y nueva de algunos mastines. Aquellos que sepan conservar el mastín  de siempre, el mastín de trabajo, natural, tienen un tesoro y desde luego la admiración y el interés de muchas personas a las que les gusta el mastín. Perdiendo estas lineas pierden su identidad y quien tenga buenos perros pierde algo que le sera muy difícil volver a conseguir.

Otro buen y gran ejemplar que sirve de ejemplo de lo que es un mastin de trabajo o mastin de campo. Desprende ese aspecto duro, rudo, austero. Normalmente el mastín de trabajo presenta algunos rasgos típicos, a pesar de las diferencias entre ejemplares. El hocio largo y ancho, las orejas pequeñas y acabadas en punta o en forma de V y no grandes y redondeadas o acabadas en forma de U, los labios sin colgar demasiado para poderlos recoger y ventilar mejor, sin arrugas en la cara que forme pliegues en la piel y se conviertan en el sitio predilecto de hongos (fungosis) y bacterias (pioderma) trasladando al mastin problemas propios de otras razas, sin piel ni peso en exceso que se conviertan en un lastre con el calor y el terreno, el pecho alto respecto al suelo, que las patas sean largas y dejen ver el codo para facilitar y ahorrar energía en el movimiento, la frente o stop (lugar donde a la altura de los ojos y entre medias de ellos acaba la caña del hocico y empieza o se sube a lo que es la base del craneo) no muy alta o brusca ...

Parte de la piara de mastines, como digo tiene bastantes, creo que eran ocho. Con el lobo cerca no se puede andar con tonterías.

Este era el mastín mas viejo si no recuerdo mal. Tiene las orejas cortadas a la antigua usanza

Los mas jóvenes aprendiendo el oficio de los mas mayores. Estos cachorros eran hermanos.

Había otro mastín tan o mas mayor que este, Juan nos contó que nunca habia dejado el ganado pero que ese día no estaba. Dijo que llevaba algunos días que no comía y se le veía ya muy débil y mayor, nos dijo con una mezcla de pesar y comprensión que seguramente se habría ido a morir a la casa, donde tienen la nave y viven ellos. 

Una foto mas de los cachorros.

Va siendo hora de ir cambiando al ganado de sitio. El beneficio del ganado en estas tierras es indudable, haya donde van limpian las tierras de las hiervas, la mueven con sus pezuñas y al mismo tiempo la abonan con sus cacas. Tanto el agricultor como el ganadero se benefician el uno del otro.

Juan tenía que seguir con su faena y nosotros marchar para casa. Ahí le dejamos con sus perros hasta otra ocasión. Toda una vida dedicada al campo y al ganado. Hay personas que por tener unas pocas cabezas de ganado por capricho y pegarse alguna jornada de trabajo se comparan o incluso hablamos de ellos como si fueran Juan o uno de estos ganaderos. Bueno, yo creo que pese a que la palabra puede técnicamente aplicarse a mucha gente, la vida que llevan unos y otros no es técnicamente igual.